La idea, según los creadores, es que mientras los dueños de los caninos se van a comer a algún lindo restaurante de la ciudad, dejen primero a sus perros en el café, para que ellos puedan hacer lo mismo.
En el lugar sirven diversos platos exquisitos para perros, y hay televisiones en cada esquina que pasan continuamente películas de Lassie, Rin Tin Tin y Benji, para el placer de los clientes.